jueves, 24 de octubre de 2013

La habitación de Fermat (2007)



Ese momento en el que los planetas se alinean y todo el mundo te recomienda la misma película. Es en esos momentos cuando yo acostumbro a estar más atenta para no caer en las mismas trampas visuales ni argumentales que el resto.
¿La película? La habitación de Fermat (2007) ¿El problema? Nada nuevo.
Siento desilusionaros, pero no voy a ser de esas personas que digan que es muy buena, solo porque todos lo hagan, y no desentonar. Mi intención tampoco es sobresalir, sino advertir.
Un grupo de invitados aparentemente sin nada en común que acaban descubriendo que tienen aparentemente todo en común. Veamos, ¿De qué me suena eso? Identidad (2003), House on haunted hill (1999), The haunting (1999), Saw (2004), sin olvidar Cube (1997), Hypercube (2002) y Cube Zero (2004), donde también podemos incluir el factor matemáticas. Historias del pasado que vuelven para golpearte en la cara: Cherry Falls (2000), Tape (2001). Lugares donde suceden cosas ilegales, pero que misteriosamente no puedes dejar de visitar: Eyes Wide Shut (1999). Una planeada venganza que puede costarte hasta la vida: La venganza del conde de Montecristo (2002). Y sé que puedo exagerar con algunas de ellas, pero mi exageración es intencionada y espero, aleccionadora, para que la próxima vez que tengamos que ver una película que prometa tanto, cumpla sus expectativas y nos ofrezca algo nuevo y no refritos. Una selección de temas que no casan del todo mal y ya muy manidos como pueden ser las infidelidades, los errores del pasado o la competencia. En fin, algo muy fácil que se presentaba como algo muy difícil. Así es la película.
Un montón de pistas que puedes prever, con algún que otro error y unas actuaciones que no me esperaba, pero que aún así tampoco me han dejado con la boca abierta.
Federico Lupi y yo ya eramos amigos desde Cronos (1993) pero aquí no ha tenido tampoco un papel en el que poder lucirse mucho; Lluís Homar ayudando a completar la película de la misma forma que completaba todas las palabras, con un fuerte acento en cada una de ellas; Elena Ballesteros con los años mejor, pero en esta película no; y Santi Millán y Alejo Sauras pasan la prueba por los pelos.
Mencionar también el aprobado de la cabecera, y en particular la última secuencia del coche.
¿Qué premisa se puede utilizar para catalogar de tan buena esta película? ¿Qué es española? Porque eso sería decir muy poco hacia nuestro cine. Sería decir que como todo lo que hacemos está por debajo de la media, por fin tenemos una película que sobresale algo, pero que si comparamos con otras producciones fuera de nuestros muros... no es nada. Me alegro que os regocijéis en la mediocridad del cine español, pero os aconsejo criticarlo más precisamente por ser nuestro, para que mejore y no se crea que esta película es lo mejor que puede hacer, porque no lo es.

No hay comentarios :

Publicar un comentario