¿No tuvimos ya suficiente con La matanza de Texas: La nueva generación (1994), La matanza de Texas (2003) y La matanza de Texas: El origen (2006) que ahora tenemos que soportar otra versión sin nada que aportar?
La originalidad no aparece por mucho que menospreciemos el ingenio de los verdaderos creadores de la saga, escribiendo encima una y otra vez. La originalidad es algo que hay que trabajarse, pero en este mundo de personas mediocres, el trabajo parece que más que dignificar, da escalofríos, así que lo evitamos y tiramos por tierra el trabajo y esfuerzo de otros para que el nuestro no quede en tan mala posición.
Ya no valen las excusas más sencillas, ya no vale decir que con los recursos actuales las cosas pueden mejorar, porque para ello realmente tendrían que mejorar y no lo hacen, pensando que nos olvidamos de sus promesas y que simplemente saldremos del cine maravillados porque ese es el imperceptible y triste condicionamiento que causa la gran pantalla en todos nosotros.
Mi frustración, persistencia y pasión por este asunto siempre será marcada y no cederé un ápice en mi decisión, no por obcecación, sino porque considero que hasta las personas que me tacharán de absurda, merecen un cine mejor.
Gracias.
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